Busco concederte el placer más sugerente, la pasión más ferviente, el terror más oscuro ligado al amor más puro...

miércoles, 3 de octubre de 2012

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Deseo el Olimpo conquistar
sin hierro ni metal,
hallar el santo grial
y descansar en paz
de tan ardua tarea.
¡Créanme! Yo vine a mostrar
la duda más compleja
pero tras décadas de orar
no hallo la respuesta.
Solo consigo vislumbrar
la etérea verdad
que en su rostro parpadea
y ésta, cada noche me perpleja.
Ahora me queda caminar
por este sendero de arena
El origen ya perdí, y
el final, ¡Oh, dios mío! ¡El final!
Aún, ¡qué lejos queda!

Pero en el fondo yo lo que quiero es palmarla.

Despertar. II

Amanece, o eso es lo que yo creía cuando una trémula luz se posó sobre mi párpado cerrado. Cuando abrí los ojos para contemplar la realidad solo descubría más incoherencias. Dejó de llover pero sigue sin verse nada. Sé que estoy a gran altura pero no alcanzo a ver el suelo. Un tenue relámpago iluminó el cielo y la tierra durante una milésima de segundo y para mi desgracia no logré ver nada excepto un vasto erial. Más incertidumbre... Parece que llevo una semana sumido en el onirismo y, ¿no hay nadie dispuesto a salvarme? No recuerdo nada de familiares o amistades pero, ¿implica eso que carezca de ellas? No tengo hambre ni ninguna otra clase de necesidad fisiológica, lo cual me preocupa pero no por ello tengo que pasar el resto de mi existencia en este... sitio, he de volver al origen. ¿Por qué no tirar la puerta abajo? Lo intentaré con todas mis fuerzas: un golpe seco hizo eco en todo el edificio pero no ocurre nada. Ni siquiera he sentido el contacto con la puerta y ésta parece corresponderme en el sentimiento. Todo sigue igual. ¡Es imposible que no haya salida! Daré una vuelta para ver qué hay a mi disposición: un hermoso cuadro de un paisaje glaciar, un bisturí (usado) con sangre seca en el filo, ¡un armario! Intento abrirlo pero no cede, parece estar herméticamente cerrado. Solo queda la camilla donde he dormido... El lugar parece ser simbólico pero no consigo entender nada. Tal vez él mismo encierre la respuesta al enigma. Es una posibilidad. Mis energías vuelven a flaquear... Definitivamente será mejor que descanse pues no veo ninguna solución de momento.

Despertar. I

(...)  Llueve, a raudales. La penumbra ha avanzado hasta su punto màs àlgido y consume todo lo que la vista abarca. Solo queda oscuridad... Pero no llueve dentro. ¿Dentro? Entonces he de estar en un habitáculo cerrado. Condenada memoria, me gustaría saber qué es lo hago donde quiera que esté. No siento temor a pesar de saber que debería hacerlo, pero nunca fui lo bastante "normal" y por ello interpreto las "reglas" de un modo bien distinto. Ahora debo buscar salidas, ¿por qué? Vaya pregunta. Soy consciente de ser una persona mas no hallo nada que me ate a la necesidad de vivir. Quizá haya alguien detrás de la puerta invisible deseando hacerme pasar un mal rato pero no, no es el día de complacer.

Tanteando la nocturnidad ambiental he descubierto que no hay ni seres vivos ni salidas factibles dentro del compartimento. Solo hay una puerta atrancada y una ventana que me descubre una caída vertiginosa. Desesperación, eso es lo que rondaría una cabeza cualquiera, no obstante yo únicamente puedo pensar: el día es más sabio que la noche. Así pues me dispongo a dormir con la esperanza de despertar en mi cama y que todo haya sido producto de una maléfica imaginación.
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